¿Qué es la Terapia de Aceptación y Compromiso o ACT?
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es una terapia psicológica que hace hincapié en la aceptación de los hechos como forma de encontrar el bienestar, además de no juzgarlos.
Pertenece a las terapias de tercera generación, y está respaldada por evidencia empírica, destacando las investigaciones de Steven C. Hayes.
En este artículo hacemos una aproximación básica a este tipo de terapia.
Índice
Primero de todo ¿Qué es eso de las terapias de tercera generación?
Básicamente, hay tres generaciones de terapias:
Primera generación
Originadas en los años 60.
Trataban de superar las limitaciones del psicoanálisis, que era la corriente más aceptada en esa época.
Este tipo de terapias se basan en los principios del condicionamiento y el aprendizaje, y fueron útiles para tratar miedos o fobias.
Segunda generación
Surgieron en los años 70, dado que las terapias anteriores no eran del todo eficaces para tratar algunos problemas psicológicos.
Son principalmente las Terapias Cognitivo Conductuales o TCC.
La TCC considera que los pensamientos (o cogniciones) son la causa principal de las dificultades psicológicas, al relacionar conducta-pensamientos y emociones.
Se centra en la alteración de uno de esos tres factores para influir en los otros dos, logrando resoluciones más adaptativas.
Tercera generación
Aparecieron en los 90.
Intentan educar al paciente desde una perspectiva funcional y contextualista, en lugar de limitarse a reducir los síntomas.
Lo que provoca malestar sería la manera que tenemos de interpretar lo que nos ocurre, en lugar de evitar lo que nos causa dicho malestar.
Estas terapias de tercera ola incluyen elementos como la aceptación, la conciencia plena, la desactivación cognitiva, la dialéctica, los valores, la espiritualidad y las relaciones.
Se considera dentro de esta tercera generación la terapia Gestalt, aunque sus bases surgieron décadas antes, y también la terapia EMDR.
En qué consiste la Terapia de Aceptación y Compromiso
La Terapia de Aceptación y Compromiso (o ACT, por sus siglas en inglés), es una terapia psicológica que busca el equilibrio entre:
- Atención y aceptación (entendida como la capacidad de ser conscientes de las sensaciones, pensamientos, sentimientos, etc., que ocurren ahora).
- El compromiso de llevar a cabo acciones acorde con nuestros valores personales.
- Y los procesos de cambio, llevar a cabo acciones destinadas a aumentar nuestra flexibilidad psicológica, o acercarnos a lo que nos importa de verdad.
La ACT sostiene que es inevitable que en ciertas condiciones surjan pensamientos y sensaciones que se puedan vivir con malestar.
¿Por qué?
Las personas tendemos a tratar de luchar o incluso evitar las cosas negativas que nos ocurren, a pesar de que con frecuencia esta lucha causa malestar, por lo que resulta contraproducente..
La terapia ACT enseña a relacionarse de una manera nueva con pensamientos, sensaciones, sentimientos o recuerdos asociados a eventos pasados, o de cara a los que estén por venir.
Entonces:
Así las personas son capaces de clarificar aquello que es importante para ellas, lo que realmente valoran, y adquieren compromiso en dicha dirección.
Se trata de no calificar una experiencia interna como buena o mala, y de no evitarla, así como tampoco auto-argumentarse razones o justificaciones de un comportamiento que se ha tenido.
En esta línea, la Terapia de Aceptación y Compromiso se centra en aceptar las reacciones naturales o inherentes de las personas y en ser consciente del momento presente, de manera que se pueda elegir libremente tomar acciones en la dirección a la que realmente se quiere uno dirigir.
Cuándo es útil la ACT
Como todas las terapias, la de Aceptación y Compromiso ha resultado ser útil en una gran variedad de problemas, como por ejemplo:
- Depresión
- Trastornos de ansiedad
- Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
- Adicciones
- Duelo
- Niños
Principios del modelo ACT
Como hemos visto, la ACT busca crear en el paciente una vida alineada con sus valores, lo que realmente le importa, aceptando el dolor o los problemas que puedan venir en consecuencia.
En base a esto, te resumimos los principios básicos de este modelo de seis puntas:
1. Fusión vs Defusión cognitiva
La fusión cognitiva es un término que hace referencia a dar como verdades absolutas los pensamientos que uno tiene, sin contrastarlos con la realidad que los provoca.
Por ejemplo:
Si una persona con ansiedad por salir a la calle, lo fuese hacer y pensase “estoy sintiendo nervios, va a haber problemas”.
Esto podría provocar que se comportase acorde a esas ideas, empezando a ver por todas partes signos de peligro y tener taquicardias.
Como si se fusionase con su mente, tomando lo que le dice como literal.
La ACT propone contra esto la defusión cognitiva: distanciarse de esos pensamientos, como si fueran independientes a nosotros.
Observarlos como lo que son, simplemente pensamientos. Observar, y dejarlos pasar, sin juzgarlos, tal y como proponen algunas prácticas de meditación.
De esta manera, evitamos que esos pensamientos nos afecten, obteniendo una visión más racional.
2. Evitación vs Aceptación
En lugar de evitar los sucesos o recuerdos a los que hemos asociado una interpretación negativa, la ACT propone simplemente aceptarlos.
¿El motivo?
La evitación produce malestar, y contribuyen poco a cambiar la calidad de vida de la persona. Además, forzarnos a suprimir un pensamientos o sentimientos no deseados, provocan más pensamientos y sentimientos de este estilo.
Evitar pensamientos no es lo mismo que evitar un dolor físico, donde simplemente nos apartamos de él.
El tipo de evitación del que estamos hablando contribuye a crear malestar en la persona, alejándola del estilo de vida que desea y de las cosas que le importan.
La aceptación implica la experiencia tal y como es, con lo bueno y con lo malo, sin estar a la defensiva.
3. Desconexión vs momento presente
Al fusionarnos con nuestros pensamientos, dejamos de percibir el momento presente.
Típico:
Vivir lamentando el pasado o con angustia por el futuro.
Tener el foco en alguno de esos dos sitios altera nuestra conducta actual.
Comportamientos pasados o el miedo por el futuro pasan a tener un papel dominante, alterando los motivos racionales con los que contamos para hacer algo en el presente.
Estar en el momento presente contrarresta el hecho de que podamos retirarnos o evitar una situación concreta.
4. Apego vs desapego (el yo conceptualizado)
Se trata de un caso extremo de fusión cognitiva, donde el que la ACT propone distanciarnos de los pensamientos sobre la idea que tenemos sobre nosotros mismos.
El riesgo que tiene apegarse a las ideas que nos contamos a nosotros mismos nos hace estrechar nuestras posibilidades a la hora de actuar.
Por ejemplo, alguien que ha sufrido maltrato psicológico, podría tener una autoestima por los suelos al decirse cosas como no valgo para nada o soy incapaz.
La terapia de aceptación y compromiso propone estrategias para desligarnos de estos pensamientos, adquiriendo un papel de observador sobre ellos.
5. Confusión vs valores identificados
La desalineación entre lo que hacemos en nuestro día a día o el rumbo que tenemos en la vida, y lo que realmente queremos, nos provoca angustia y malestar.
Alguien que trabaja de 9 a 18 en una oficina y lo que realmente le haría feliz es dar la vuelta al mundo.
Bien.
Aquí es donde entra en juego identificar los valores que son importantes para cada uno.
Volviendo al ejemplo anterior:
Si esta persona se da cuenta de que valora por encima de todo la libertad, el deporte y la vida minimalista, podría dar un giro a su vida para vivir acorde con esos principios, lo cual nos lleva al siguiente punto.
6. Inacción vs acción guiada
No basta con identificar los valores.
La ACT también requiere compromiso por vivir acorde a ellos.
El malestar desaparecería teniendo una vida conforme a los valores que realmente nos importan.
Por eso, la ACT promueve el uso de objetivos concretos, o metas a corto plazo.
Sin embargo:
La ACT también sostiene que los valores son una dirección, más que un objetivo o un destino.
El objetivo puede ser dar la vuelta al mundo, pero puede no lograrse nunca, y en caso de hacerlo…
¿Luego, qué?
En cambio:
Aunque algún día logre dar la vuelta al mundo, esa misma persona podría mejorar desde ya su vida alimentando de otra forma su valor de libertad (por ejemplo, reservando un día cada fin de semana para hacer rutas por la naturaleza).
Técnicas y ejercicios de la Terapia de Aceptación y Compromiso
Las estrategias, técnicas y ejercicios de la Terapia de Aceptación y Compromiso se centran en los principios anteriormente explicados.
Algunas de estas técnicas se comparten con otras corrientes psicológicas, como por ejemplo paradojas, ejercicios experimentales, metáforas, trabajo con valores personales o el uso de elementos del mindfulness.
En resumen
El objetivo terapéutico de la ACT no es reducir o eliminar los sucesos dolorosos, sino más bien proporcionar habilidades para aceptar el malestar asociado a algunas cosas y vivir una vida congruente con los valores de cada uno.
Esto es así a pesar de que nuestra conducta pueda ir en contra de lo socialmente aceptado.
Aunque en Heroicamente nuestra terapia online es principalmente cognitivo conductual, está en parte influenciada por algunos aspectos de la ACT que consideramos interesantes y que encajan muy bien en nuestra manera de trabajar.
Si te interesa, puedes venir a terapia con nosotras, a ver qué tal te va 🙂