¿En qué consiste la Terapia Cognitivo Conductual o TCC?

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es una corriente psicológica que se centra en ayudar a las personas a aprender a identificar y cambiar los patrones de pensamiento destructivos o disfuncionales que influyen negativamente en su comportamiento y sus emociones.

En este artículo veremos en qué consiste, para qué se puede utilizar, y cómo es una sesión en una terapia de este tipo.

En Heroicamente Psicología somos psicólogos, y en nuestra terapia psicológica utilizamos principalmente la Terapia Cognitivo Conductual.

¿Qué es la Terapia Cognitivo Conductual o TCC?

La Terapia Cognitivo-Conductual es un tipo de tratamiento psicoterapéutico.

Es interesante conocerla de cara a saber cuándo ir al psicólogo.

La TCC se centra en ayudar al paciente a tomar conciencia de sí mismo y así poder cambiar pensamientos negativos automáticos.

Estos pensamientos pueden contribuir y empeorar las dificultades emocionales, la depresión y la ansiedad, además de tener influencia perjudicial en el estado de ánimo.

De esta manera se afrontan las dificultades relacionadas con mayor claridad y de manera más efectiva.

Mediante la TCC, estos patrones de pensamiento se identifican, se cuestionan y se sustituyen por pensamientos más objetivos y realistas, mediante la aplicación de distintas técnicas y estrategias como llevar un diario, juegos de rol, técnicas de relajación y distracciones mentales.

Por ejemplo.

Una persona que tiene pánico a volar puede terminar por no coger nunca un avión.

En este caso, el objetivo de la TCC sería enseñarle que, aunque no pueden controlar todos los aspectos relacionados con el vuelo, sí pueden tomar el control de cómo interpretan y afronta esas ideas, para poder acabar al fin subiéndose a un avión.

Importante:

En esta terapia los psicólogos hacen hincapié en lo que ocurre en la vida actual de la persona, más que en lo que ha conducido a sus dificultades.

Se necesita cierta información sobre la historia de la persona, pero la atención se centra principalmente en avanzar en el tiempo para desarrollar formas más eficaces de afrontar la vida.

¿A quién puede ayudar la TCC?

La Terapia Cognitivo-Conductual es una herramienta muy útil para ayudar a mejorar la salud mental de las personas.

Es importante recalcar que no es necesario tener ninguna clase de enfermedad mental para beneficiarse de la TCC.

De hecho:

Es habitual que se beneficien de esta psicoterapia personas con elevados niveles de ansiedad, depresión, dificultades en su día a día, que necesiten aprender a gestionar determinadas situaciones de su vida, como:

  • Situaciones estresantes
  • Controlar los impulsos
  • Gestionar mejor las emociones
  • Solucionar conflictos en la forma de abordar las relaciones
  • Superar un duelo o afrontar una pérdida
  • Una ruptura de pareja
  • Aprender herramientas para educar a los hijos (problemas de conducta)
  • Gestionar los celos o conflictos de una relación de pareja
  • Superar traumas como un accidente de coche o el maltrato
  • No sentirse incomprendido, perdido, o fuera de lugar

Por mencionar algunos problemas de salud mental que podrían beneficiarse de la TCC:

  • Ansiedad social o ansiedad generalizada
  • Depresión o trastornos depresivos
  • Trastornos de la personalidad
  • Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
  • Trastornos del sueño como el insomnio
  • Adicciones o toxicomanías
  • Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en niños y adultos
  • Esquizofrenia
  • Trastornos bipolares
  • Trastornos de la alimentación como la bulimia
  • Fobias
  • Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)

De igual manera, hay situaciones en las que la TCC es más efectiva al ser combinada con medicación u otros tratamientos.

¿En qué consiste un tratamiento de Terapia Cognitivo Conductual?

Antes de tu primera consulta, piensa qué problemas te gustaría abordar.

Aunque puedes hablar de este tema directamente con tu psicólogo, es bueno haber reflexionado sobre ello para tener un punto de partida.

Durante la primera sesión, el psicólogo te preguntará información sobre ti y qué quieres trabajar.

Si no lo tienes claro, indagará en tu situación actual para comprenderla adecuadamente y ver por dónde podéis empezar.

De cara al éxito del tratamiento, es importante que el psicólogo te transmita confianza y conectes con él. Si no es así, dilo, de manera que te derive a un compañero suyo si lo ve necesario.

Por otro lado, al final de este proceso deberías conocer:

  1. Cómo trabaja el terapeuta.
  2. Qué dificultades iniciales abordaréis
  3. Cuánto dura cada sesión y qué precio tiene

También es posible que el profesional con el que trabajes necesite varias sesiones para entender bien tu situación y así plantear una estrategia correcta para su tratamiento.

Qué se hace a lo largo de la terapia TCC

En la Terapia Cognitiva-Conductual, el psicólogo te hace hablar de tus pensamientos, ideas, y sentimientos asociados.

De la misma manera, se identifican conductas dañinas.

Así, atacando pequeños objetivos, se consiguen cambios que mejoran la situación de la persona y repercuten en su bienestar.

Los cambios de interiorizan mediante la reestructuración de ideas arraigadas, así como la realización de tareas durante y entre las sesiones (como llevar un registro diario, lecturas, o poner en práctica algo ensayado en consulta).

¿Cuántas sesiones se necesitan?

Cada persona es un mundo, con una situación diferente.

Algunas personas necesitarán 5 sesiones, y otras necesitarán 20.

El número de sesiones dependerá de factores como:

  • Los problemas que haya que abordar
  • Si hay una enfermedad mental o algún tipo de trastorno
  • El tiempo que lleven arraigadas esas dificultades en tu vida
  • De qué manera aceptas nuevas ideas y las interiorizas
  • El apoyo de tu entorno

Lo importante es empezar el proceso e ir viendo un progreso gradual.

Qué resultados puedes esperar

Acudir al psicólogo es una buena decisión de cara a mejorar ciertos aspectos de nuestras vidas.

Sin embargo, es posible que esto por sí solo no haga que una situación desagradable desaparezca, así como tampoco curará una enfermedad mental como una esquizofrenia (independientemente de si la corriente psicológica es TCC o alguna otra).

Lo que sí hará el psicólogo es ayudarte a enfrentar las situaciones que te preocupan de la mejor manera posible, de manera que te sientas mejor contigo mismo y con tu vida.

Te dejamos una serie de consejos para lograr el máximo retorno de cualquier terapia:

  • Sé una parte activa: piensa antes de cada sesión qué tal ha ido la semana o si quieres abordar algo nuevo. Es importante determinar con tu psicólogo cuáles son las dificultades principales que te preocupan. De esta manera, se podrán evaluar los objetivos alcanzados conjuntamente.
  • Ábrete: el hecho de que seas una persona abierta a recibir nuevas ideas y compartir sus pensamientos, experiencias y sentimientos, es fundamental para que el tratamiento resulte efectivo.
  • Sé constante: priorizar otros asuntos a las sesiones de terapia y no acudir, no estar atento o no realizar las tareas entre sesiones que tu terapeuta te proponga, puede interrumpir el progreso.
  • Los resultados tardan: no es extraño que los resultados tarden en llegar. Interiorizar nuevas ideas, cambiar nuevas conductas, aprender herramientas… es difícil, y no es algo que se logre de la noche a la mañana.
  • Dale feedback a tu psicólogo: si crees que no estás viendo resultados, o no acabas de conectar con tu psicólogo/a, díselo. En ocasiones el terapeuta verá necesario abordar el tratamiento de otra manera, o incluso derivarte a otro compañero con el que te sientas más a gusto.

Ejercicios y técnicas comunes en la Terapia Cognitivo Conductual

Para fomentar el cambio de pensamientos, emociones o conductas problemáticas, los profesionales de la salud mental han desarrollado numerosos ejercicios, técnicas y estrategias para aplicar en una Terapia Cognitiva Conductual.

Veamos algunos ejemplos.

Identificar los pensamientos negativos

Es importante identificar cómo los pensamientos, los sentimientos y las situaciones pueden contribuir a las conductas inadaptadas.

El proceso puede ser difícil, especialmente para personas introspectivas.

Pero en última instancia puede conducir al autodescubrimiento y a la comprensión que son una parte esencial del proceso de tratamiento.

Practicar nuevas habilidades

Es importante empezar a practicar nuevas habilidades que luego se puedan poner en práctica en situaciones del mundo real.

Por ejemplo:

Una persona con un trastorno por consumo de sustancias puede empezar a practicar nuevas habilidades de afrontamiento y ensayar en terapia formas de evitar o afrontar situaciones sociales que podrían desencadenar una recaída.

Establecer objetivos

Durante la TCC, un psicólogo puede ayudar a establecer objetivos enseñando al paciente a identificarlos, a distinguir entre objetivos a corto y a largo plazo, a establecer objetivos SMART:

  1. Específicos
  2. Medibles
  3. Alcanzables
  4. Relevantes
  5. Basados en el tiempo

Y además, a centrarse tanto en el proceso como en el resultado final.

Resolver problemas

El aprendizaje de habilidades de resolución de problemas puede ayudar a identificar y resolver problemas que surgen de momentos estresantes de la vida, y que no sean capaces de resolver por sí mismos.

La resolución de problemas en la TCC suele implicar los siguientes pasos:

  1. Identificar un problema
  2. Generar una lista de posibles soluciones
  3. Evaluar los puntos fuertes y débiles de cada solución
  4. Elegir una solución para ponerla en práctica
  5. Ponerla en práctica.
  6. Verificar que funciona.

Autoregistros o seguimiento

También conocido como trabajo de diario.

Es una parte importante de la TCC que implica el seguimiento de conductas, síntomas o experiencias a lo largo del tiempo y su puesta en común con el terapeuta.

La autovigilancia puede ayudar a proporcionar a su terapeuta la información necesaria para ofrecer el mejor tratamiento.

Por ejemplo, en el caso de los trastornos alimentarios, la autovigilancia puede implicar el seguimiento de los hábitos, así como de los pensamientos o sentimientos que acompañan al consumo de una comida.

Progreso gradual

En la mayoría de los casos, la TCC es un proceso gradual que ayuda a la persona a dar pasos incrementales hacia un cambio de conducta.

Al trabajar progresivamente hacia un objetivo mayor, el proceso parece menos desalentador y los objetivos más fáciles de alcanzar.

Por ejemplo, una persona con ansiedad social puede empezar simplemente imaginando situaciones sociales que le provoquen ansiedad y a continuación, podría empezar a tener conversaciones con amigos y familiares.

Obstáculos potenciales de la TCC

Hay varios desafíos que las personas pueden encontrar durante el curso de la Terapia Cognitivo-Conductual.

El cambio puede ser difícil

Al principio el cambio puede resultar complicado.

El mero hecho de identificar patrones de pensamiento negativos no es condición única para modificar su relación con ellos o con los sentimientos o conductas asociadas.

Y sí.

Este autoanálisis, así como las tareas o ejercicios que el terapeuta manda, pueden ser difíciles.

Sin embargo, es una gran manera de aprender sobre cómo los estados internos impactan en el comportamiento exterior.

Cambiar es difícil y requiere analizar varias veces, poner en valor ideas preconcebidas, aprender nuevas habilidades e interiorizarse, lo cual puede llevar más o menos tiempo en función de cada persona.

La TCC es muy estructurada

La TCC es una terapia estructurada, y es más adecuada para los clientes que se sienten más cómodos con un enfoque de este tipo, en el que el psicólogo adopta un papel instructivo.

Aun así.

Si esto es un problema y se prefiere otro tipo de terapia, menos estructurada y en la que no haya que profundizar tanto en los sentimientos, puede probarse por ejemplo con la terapia EMDR.

Además, existen otro tipo de terapias como:

Las personas deben estar dispuestas a cambiar

Para que la Terapia Cognitivo-Conductual sea eficaz, el individuo debe estar preparado y dispuesto a dedicar tiempo y esfuerzo a analizar sus pensamientos y sentimientos.

En psicología cognitiva se trabaja con personas, y por tanto es muy importante venir de manera voluntaria a terapia (y no obligado por familiares o amigos), así como estar dispuestos a realizar un cambio.

¿Sirve la terapia cognitivo conductual para la ansiedad generalizada?

Sí, la terapia cognitivo conductual es útil para la ansiedad generalizada.

También lo es para prácticamente cualquier psicopatología o trastorno mental o de la personalidad.

Es una terapia que ha demostrado mejorar la salud mental de los pacientes en muchísimas situaciones y cuadros clínicos diferentes.

Psicólogo especialista en Terapia Cognitivo Conductual online

Como hemos visto, la Terapia Cognitiva-Conductual es una gran opción para aquellas personas que quieren atacar una dificultad existente en su vida de una manera estructurada, de la mano de un psicólogo cualificado.

Esto último es importante.

Porque la TCC puede hacerte sentir emocionalmente incómodo, dado que te hace explorar sentimientos, emociones y experiencias dolorosas o angustiantes.

Es posible llores.

Que te angusties o te enfades durante una sesión.

Sobre todo si esta es especialmente intensa.

Trabajar con un psicólogo cualificado reduce cualquier situación incómoda, ayudándote a adquirir habilidades para hacer frente a los desafíos que la vida te plantee, así como controlar y dominar los sentimientos negativos y los temores.

En Heroicamente, Cristina y Sonia hacemos terapia psicológica online aplicando la TCC de manera principal con nuestros pacientes.

Si te interesa, te invitamos a venir a terapia con nosotras y probar a ver qué tal te va 🙂