La vida está llena de retos y dificultades que ponen a prueba nuestra fortaleza mental y emocional. La resiliencia es un recurso interior que nos permite afrontar, superar y crecer a partir de las adversidades.
Si alguna vez te has preguntado cómo mejorar tu capacidad para resistir y reponerte de las adversidades, en este artículo te proporcionaremos una guía paso a paso sobre cómo desarrollar y mejorar tu propia resiliencia.
Recuerda: la resiliencia no es un rasgo que las personas tengan o no, es algo que se puede aprender y desarrollar con práctica y paciencia.
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Índice
- ¿Qué es la resiliencia?
- Características de las personas resilientes
- Beneficios de ser más resiliente
- Cómo desarrollar la resiliencia en tu día a día
- Identificar y gestionar saludablemente las emociones
- Afrontar los problemas y buscar soluciones
- Establecer metas y planes de acción
- Cultivar relaciones saludables y redes de apoyo
- Aprender de las experiencias y los errores
- Autocuidado físico y mental
- Desarrollar un sentido de propósito
- Practicar el pensamiento positivo y el agradecimiento
- Practica el autocuidado: dedica tiempo a tus aficiones y pasiones
- Busca ayuda profesional cuando la necesites
- Referencias
¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia es una habilidad psicológica que permite a las personas adaptarse y superar los desafíos, tragedias, traumas o situaciones de estrés significativas. Esto incluye una variedad de adversidades de la vida, desde problemas de relación y fracasos laborales, hasta enfermedades graves o la muerte de un ser querido.
El término tiene su origen en una propiedad física de los materiales, según la cual un material es capaz recuperarse de una deformación, producto de un esfuerzo externo.
En lugar de dejarse arrastrar por la desesperación y la negatividad, las personas resilientes utilizan estas dificultades como una oportunidad para aprender, crecer y evolucionar. Esta capacidad para «rebotar» frente a la adversidad y mantener el optimismo y la funcionalidad a pesar de las dificultades es la esencia de la resiliencia.
Es importante destacar que ser resiliente NO significa NO experimentar dolor, angustia o dificultades. En lugar de eso, implica aprender a manejar estos sentimientos, aceptar que estos desafíos son una parte natural de la vida y trabajar activamente para superarlos.
Características de las personas resilientes
Las personas resilientes tienen una serie de características en común que les permiten afrontar y superar las adversidades de la vida de manera efectiva.
Estas características no son innatas y pueden desarrollarse con el tiempo. Independientemente de tu nivel actual de resiliencia, siempre puedes trabajar para fortalecer estas habilidades y aumentar tu capacidad para gestionar las adversidades de la vida.
Aquí detallo las que, a mi parecer, son las más importantes:
Autoconocimiento y autoestima
Las personas resilientes tienen un profundo conocimiento de sí mismas. Entienden sus fortalezas y debilidades y tienen una autoestima saludable.
Este autoconocimiento les permite manejar las situaciones de estrés de manera efectiva y confiar en su capacidad para superar las adversidades.
Pongamos el ejemplo de Carla.
Tras ser despedida de su trabajo, Carla reconoció que su punto débil era la comunicación en equipo. En lugar de caer en la autocompasión, optó por mejorar esta habilidad a través de cursos online. Su autoconocimiento le permitió crecer y desarrollar habilidades que contribuyeron a su autoestima.
Optimismo y sentido del humor
Las personas resilientes suelen tener una perspectiva positiva de la vida.
A pesar de los desafíos y las dificultades, mantienen una actitud optimista y pueden usar el humor para aliviar el estrés y mantener la perspectiva.
Un ejemplo sería un deportista que se lesiona. A pesar de estar una temporada sin poder competir, alguien resiliente podría perfectamente bromear sobre su situación.
Flexibilidad y adaptabilidad
La flexibilidad es un aspecto crucial de la resiliencia.
Las personas resilientes son capaces de adaptarse a nuevas circunstancias y cambiar sus planes y expectativas cuando es necesario.
Piensa en todos aquellos empresarios y emprendedores que se vieron afectados por la pandemia. En lugar de rendirse, muchos adaptaron su modelo de negocio al entorno online, demostrando su capacidad para cambiar y adaptarse a las circunstancias.
Creatividad y proactividad para resolver problemas
Las personas resilientes poseen habilidades sólidas para resolver problemas.
No se quedan atascadas en problemas de manera sencilla, ya que buscan soluciones creativas a los desafíos que enfrentan. Pueden analizar una situación, identificar posibles soluciones y tomar medidas para resolverlos de manera proactiva.
Empatía y asertividad
La empatía permite a las personas resilientes entender y valorar las perspectivas de los demás, mientras que la asertividad les ayuda a defender sus propios derechos y necesidades de una manera respetuosa.
Piensa en Jorge, un profesor que siempre se pone en el lugar de sus alumnos para entender sus dificultades, pero que también sabe poner límites y decir «no» cuando es necesario.
Aceptación y superación
Las personas resilientes entienden que la adversidad es una parte inevitable de la vida. En lugar de resistirse o negar la dificultad, la aceptan y se esfuerzan por superarla.
Piensa en alguien que pasa por una dura ruptura. En lugar de hundirse o quedarse atascada en ese momento de su vida, acepta su dolor y decide dedicar tiempo a su recuperación emocional en lugar de ignorar sus sentimientos.
Redes de apoyo sólidas
Aunque la resiliencia es una habilidad individual, tener una red de apoyo sólida puede ser una gran ayuda. Las personas resilientes suelen tener fuertes relaciones interpersonales que pueden recurrir en tiempos difíciles.
Beneficios de ser más resiliente
Desarrollar resiliencia tiene beneficios tanto a nivel personal como profesional.
Ser resiliente no solo significa ser capaz de recuperarse de los contratiempos, sino que también puede mejorar muchos aspectos de tu vida y bienestar.
A continuación, te detallo los beneficios más destacados:
Mayor capacidad para afrontar el estrés y la adversidad
El estrés y la adversidad son parte de la vida. Sin embargo, al desarrollar resiliencia, tienes una mayor capacidad para manejar estas situaciones difíciles.
Puedes aprender a ver las adversidades como desafíos en lugar de amenazas, lo que contribuirá a disminuir el impacto negativo de las adversidades en tu vida.
Serás capaz de reponerte, y salir con más fuerza.
Es como kintsugi.
El arte japonés mediante el cual las piezas de rotas de cerámica se reparan con una resina con polvo de oro. Este arte plantea que las cicatrices forman parte de la historia del objeto, y que deben mostrarse porque la transformación lo hacen más bello aún.
Mejor salud física y mental
La resiliencia es como una fortaleza mental que te protege de las adversidades, y puede tener un impacto positivo en tu salud física y mental.
Al aprender a gestionar el estrés y las emociones de manera más eficaz, puedes reducir el riesgo de problemas de salud relacionados con el estrés, como enfermedades cardíacas y trastornos del sueño.
Además, la resiliencia puede ayudarte a mantener una actitud positiva y a prevenir trastornos de salud mental, como la depresión y la ansiedad.
Mayor satisfacción personal
Ser resiliente también puede aumentar tu satisfacción en la vida.
Al afrontar las adversidades con una actitud positiva, puedes aprender y crecer a partir de estas experiencias, lo que puede aumentar tu autoestima y tu satisfacción personal.
Otra característica de las personas resilientes es su autoconocimiento y su sensación de propósito, que está directamente ligada con esa satisfacción personal de la que hablamos.
Mayor autoconfianza y autoestima
La resiliencia te permite creer en tus propias capacidades para afrontar los desafíos y superar las adversidades. Al ver que puedes manejar las situaciones difíciles, tu confianza en ti mismo/a y tu autoestima se disparan.
Mayor creatividad e innovación
Al enfrentarte a los desafíos con una mentalidad de crecimiento, puedes desarrollar nuevas formas de pensar y resolver problemas.
Esto puede estimular tu creatividad e innovación, tanto en tu vida personal como profesional, que a su vez desembocan en una mayor capacidad de resolución de problemas.
Ser más resiliente pasa por muchas cosas, pero una de ellas es una mayor empatía con los demás.
Esto te hace ser consciente de las necesidades del resto. Lo cual, unido a una mayor capacidad de resolución de problemas, se asocia de manera natural a una predisposición a ayudar a los demás cuando lo necesitan.
Mayor equilibrio emocional
La resiliencia permite manejar de manera más eficaz las emociones desagradables y fomentar las agradables. Te ayuda a no quedarte estancado en sentimientos de tristeza o frustración, favoreciendo un equilibrio emocional que facilita la felicidad y el bienestar en el día a día.
…
Como puedes ver, ser más resiliente puede tener un impacto positivo en muchas áreas de tu vida.
No importa cuáles sean los desafíos que enfrentes, desarrollar resiliencia te puede ayudar a superarlos y a crecer a partir de ellos.
Cómo desarrollar la resiliencia en tu día a día
La resiliencia no es una habilidad con la que se nace, sino una capacidad que se puede cultivar y desarrollar con el tiempo.
Todo el mundo puede aprender a enfrentar los desafíos de la vida de manera más efectiva y a adaptarse a las situaciones adversas, a gestionar mejor los desafíos de la vida y, sobre todo, a crecer a partir de las adversidades.
En este apartado, te proporcionaré una serie de recomendaciones y estrategias prácticas para que puedas aplicar la resiliencia en tu vida cotidiana. Cada una de estas estrategias es como un pequeño paso en tu camino.
Aquí te presento algunas estrategias prácticas y efectivas para desarrollar la resiliencia:
Identificar y gestionar saludablemente las emociones
Una de las primeras estrategias para desarrollar la resiliencia es aprender a identificar y gestionar tus emociones, con el objetivo de quecuando estas aparezcan en momentos desbordantes, sepas identificarlas y gestionarlas de la mejor manera posible.
Lo ideal para esto es acudir a un psicólogo para que te ayude.
- Pero puedes comenzar a experimentar por tu cuenta llevando un diario de emociones donde anotes lo que sientes cada día.
- En cuanto a la gestión emocional saludable, puedes explorar técnicas de respiración, meditación o actividades que te aporten calma y bienestar, como leer, hacer ejercicio o pasar tiempo en la naturaleza.
Te dejamos enlazado un artículo sobre cómo elegir un buen psicólogo.
Afrontar los problemas y buscar soluciones
Es esencial adoptar una mentalidad proactiva ante los problemas.
En lugar de evitar las situaciones difíciles, afróntalas.
Si te enfrentas a un problema, anota todas las posibles soluciones que se te ocurran, por disparatadas que parezcan. Luego, reflexiona sobre cada una de ellas y elige la que consideres más apropiada.
Esta estrategia te permitirá desarrollar habilidades de resolución de problemas y aumentar tu confianza para enfrentar futuros desafíos.
Establecer metas y planes de acción
La resiliencia también se basa en la capacidad de establecer metas claras y diseñar planes de acción para alcanzarlas.
Para desarrollar esta habilidad, te sugiero que comiences estableciendo pequeñas metas a corto plazo que te permitan obtener logros rápidos. A medida que ganes confianza, podrás establecer metas a largo plazo más desafiantes. Una manera ideal de plantearse metas y objetivos es partirlas en objetivos y tareas más pequeñas, fáciles de acometer.
Cultivar relaciones saludables y redes de apoyo
Mantener relaciones sólidas y saludables es fundamental para la resiliencia.
Procura rodearte de personas que te apoyen, te inspiren y te animen, y haz un esfuerzo consciente por ser una fuente de apoyo para los demás. Para esto sé amable, ten empatía, sé una persona agradecida, e intenta mostrar interés genuíno por los demás.
Recuerda que no estás solo, y que las personas más fuertes también son las más capaces de mostrar sus debilidades y apoyarse en los demás cuando es necesario.
Estas pueden ser amigos, familiares, mentores o incluso personas que admires y cuyas historias te inspiren.
Aprender de las experiencias y los errores
Todos cometemos errores y enfrentamos fracasos.
Lo importante es lo que hacemos después.
Aprende a perdonarte y pedir perdón, e intenta ver cada error como una oportunidad para aprender algo nuevo. En lugar de criticarte, pregúntate qué puedes aprender de la situación y cómo puedes usar ese aprendizaje para crecer.
Autocuidado físico y mental
Es esencial cuidar de tu bienestar físico y mental.
Intenta mantener un estilo de vida saludable, con una alimentación adecuada, ejercicio regular y un sueño de calidad.
Además, recuerda que la vida es una carrera de fondo, y no puedes pretender ganar si te quemas rápido. No podemos afrontar los desafíos de la vida de mal humor, estresados y con la batería bajo mínimos.
Para eso, practica el autocuidado:
No te olvides de incorporar actividades que te hagan sentir bien y te ayuden a relajarte: leer, bailar, pintar, hacer deporte, hacerte la manicura, o lo que quiera que te haga feliz a ti.
Desarrollar un sentido de propósito
Un sentido de propósito, tener una visión clara de lo que quieres lograr en la vida y por qué puede ayudarte a mantenerte el foco y la motivación, incluso en tiempos difíciles.
Puedes comenzar a desarrollar tu sentido de propósito reflexionando sobre lo que es realmente importante para ti y estableciendo metas que estén en línea con tus valores y aspiraciones.
No tienen que ser metas grandilocuentes ni mucho menos.
De hecho, no soy partidaria de que estemos en este mundo para desarrollar una misión existencial.
(Creo que esa idea puede provocar mucho estrés y malestar)
Pero encontrar algo que te llene, que te haga levantarte por las mañanas, es, desde luego, un gran impulsor de la resiliencia. Ya sea cambiar el mundo, dedicarte a tus hijos o desarrollar un hobby.
Practicar el pensamiento positivo y el agradecimiento
El pensamiento positivo es una poderosa herramienta que te ayudará a ver los desafíos como oportunidades en lugar de como amenazas.
Intenta reemplazar los pensamientos negativos por pensamientos positivos.
Por ejemplo, si te encuentras pensando: «No puedo hacer esto», intenta cambiarlo por «Esto es un desafío, pero estoy preparado y puedo aprender de él».
Además, practicar la gratitud puede cambiar tu perspectiva y ayudarte a enfocarte en lo positivo. Para ello, te propongo que al final del día anotes tres cosas por las que sientas agradecimiento. Verás cómo esta simple práctica te trae gran satisfacción y bienestar..
Practica el autocuidado: dedica tiempo a tus aficiones y pasiones
Hacer lo que te apasiona no solo te hace feliz, sino que también puede ayudarte a afrontar mejor las adversidades
Si te gusta pintar, por ejemplo, puedes dedicar un tiempo cada semana a esta actividad. Esto te ayudará a relajarte y a expresar tus emociones de una manera positiva, y además te permitirá cargar pilas.
Busca ayuda profesional cuando la necesites
En resumen, la resiliencia es una capacidad esencial que nos permite afrontar y superar los desafíos de la vida.
Es una combinación de actitudes, comportamientos y estrategias que todos podemos aprender y cultivar. Al desarrollar la resiliencia, podemos mejorar nuestra salud mental y física, aumentar nuestra satisfacción en la vida y fortalecer nuestra capacidad para lidiar con el estrés y la adversidad.
Sin embargo, en ocasiones podemos atravesar momentos difíciles que pueden resultar abrumadores, por lo que puede ser útil buscar el apoyo de un profesional.
Buscar y aceptar ayuda cuando la necesitamos es una demostración de fortaleza, no de debilidad. Y esto, saber apoyarse en los demás, también es una característica de las personas resilientes.
Si te sientes que la situación te supera, no dudes en buscar la ayuda de un psicólogo o una psicóloga.
Como profesionales, estamos capacitados para ayudarte a entender mejor tus emociones, ayudarte a sanar heridas, y a desarrollar estrategias de afrontamiento (dando lugar a una mayor resiliencia).
Si necesitas apoyo, no dudes en ponerte en contacto con nosotras.
Si es lo que quieres, tienes información sobre nuestra terapia online aquí:
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Referencias
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Wikimedia, Colaboradores de los proyectos. “Resiliencia (Psicología).” Wikipedia, 23 Feb. 2024, https://es.wikipedia.org/wiki/Resiliencia_(psicolog%C3%ADa).
-
“Resilience: Build Skills to Endure Hardship.” Mayo Clinic, 23 Dec. 2023, https://www.mayoclinic.org/tests-procedures/resilience-training/in-depth/resilience/art-20046311.
-
Truffino, Javier Cabanyes. “Resiliencia: Una Aproximación al Concepto.” Revista de Psiquiatría y Salud Mental, vol. 3, no. 4, pp. 145–51, doi:10.1016/j.rpsm.2010.09.003. Accessed 28 Feb. 2024.
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