¿Cómo saber cuándo ir al psicólogo/a?
En la vida, todos enfrentamos desafíos y obstáculos que pueden ser difíciles de manejar.
Ya sea que estemos lidiando con el estrés del trabajo, problemas de relación, problemas de salud mental o simplemente los altibajos de la vida diaria, a veces podemos sentirnos abrumados y no saber cómo seguir adelante.
En estos momentos, puede ser útil buscar la ayuda de un profesional de la salud mental.
Pero, ¿cómo sabes cuándo es el momento adecuado para ver a un psicólogo?
En este artículo, exploraremos algunas de las señales que pueden indicar que podrías beneficiarte de la terapia y discutiremos algunos de los mitos comunes que pueden impedir que las personas busquen la ayuda que necesitan.
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Índice
- ¿Qué hace un psicólogo/a?
- La relación entre el paciente y el psicólogo
- ¿Cómo saber si necesito ayuda psicológica?
- El tip más importante: NO necesitas un motivo de peso para ir
- ¿Entonces cómo saber si necesito un psicólogo?
- Sientes malestar emocional y puede que ni sepas por qué
- No rindes igual en el trabajo o en los estudios
- Quieres cambiar algo y no sabes por dónde empezar
- Hay situaciones que te superan y no te quitas de la cabeza
- Te vales de la comida u otros elementos para sentirte mejor
- Tienes heridas del pasado que sanar
- Algo falla al relacionarte con los demás
- Te pueden los problemas cotidianos
- Tienes miedos y/o inseguridades
- ¿Por qué nos cuesta ir tanto al psicólogo/a?
- ¿Y qué psicólogo/a elijo si no tengo ni idea?
- En resumen: cuándo acudir a un psicólogo
- Referencias
- Tu turno
¿Qué hace un psicólogo/a?
Un psicólogo es un profesional de la salud mental que se especializa en entender y mejorar la mente humana y su comportamiento.
Su trabajo no se limita a la terapia de conversación. Es decir, no es un lugar al que vas, digamos, a «hablar», como podrías hacer con un amigo/a. En cambio, utilizan una variedad de técnicas y herramientas para ayudar a las personas a:
- Entender el origen de sus dificultades y fomentar el autoconocimiento
- Por qué reaccionan o se sienten de una determinada manera
- Idenficiar patrones emocionales, de pensamiento o de comportamiento
- Mejorar la gestión de todo esto
- Sanar y cerrar heridas
- Potenciar lo que les hace bien
Todo con el objetivo de incrementar el bienestar de esas personas.
Es importante entender que la terapia psicológica no es una solución rápida. No es como tomar una pastilla y esperar que los problemas desaparezcan.
En cambio, la terapia requiere tiempo, esfuerzo y compromiso tanto del paciente como del terapeuta. El cambio no ocurre de la noche a la mañana, sino que es el resultado de un proceso terapéutico completo en el que el paciente es el protagonista.
La relación entre el paciente y el psicólogo
La relación entre el paciente y el psicólogo es fundamental para el éxito de la terapia.
Se busca establecer un vínculo de confianza y respeto mutuo, donde el paciente se sienta seguro y apoyado. El psicólogo debe ser alguien en quien el paciente confíe y se sienta cómodo compartiendo sus pensamientos y sentimientos más íntimos.
¿Cómo saber si necesito ayuda psicológica?
Todos alguna vez hemos experimentado estrés, ansiedad, cambios de humor y otras formas de angustia emocional en diferentes momentos de la vida. Estos pueden ser el resultado de problemas de una relación de pareja, dificultades laborales, problemas financieros o simplemente un mal día.
La mayoría de las veces, somos capaces de manejar estos desafíos por nuestra cuenta. Podemos sobrellevarlo, más o menos bien.
Sin embargo…
…hay otras en las que necesitamos ayuda adicional.
Quizás sientas constantemente desánimo o vacío, y no sepas cómo salir de ese estado o cómo expresar tus emociones. O tal vez te des cuenta de que te has atrapado en patrones negativos de comportamiento o pensamiento, y no puedes romper el ciclo por tu cuenta.
A veces, los signos de angustia mental o emocional son obvios pero, en otras ocasiones, las señales pueden ser más sutiles.
Veamos algunas indicaciones de que podrías beneficiarte de la ayuda de un psicólogo.
El tip más importante: NO necesitas un motivo de peso para ir
Quiero dejarlo claro.
Hay muchas cosas que nos impiden dar el paso y empezar un proceso terapéutico. Pero, sin duda, una de las cosas más limitantes es considerar que tenemos que encontrar un gran motivo de peso para acudir.
¡Y nada más lejos de la realidad!
Es fundamental entender que no necesitas un motivo de peso o una crisis importante para buscar ayuda psicológica. Muchas personas se detienen a sí mismas de buscar ayuda porque sienten que sus problemas no son «suficientemente grandes» o «suficientemente serios».
Frases como…
- No estoy tan mal como para ir
- Lo que me pasa igual es una tontería
- Se solucionará con el tiempo
- Lo mejor será contárselo a un amigo/a
…son excusas comunes (y legítimas) a las que solemos agarrarnos para evitar buscar ayuda. Pero estas son simplemente barreras autoimpuestas que nos impiden recibir el apoyo que necesitamos.
Pero la realidad es que no hay un umbral que debas cruzar para justificar la terapia.
La terapia no es solo para personas en crisis o que están lidiando con problemas de salud mental.
Es increíblemente útil para personas que simplemente están pasando por un momento difícil, que quieren entenderse mejor a sí mismas, o que quieren aprender nuevas habilidades para manejar el estrés y las dificultades de la vida.
No hay problema demasiado pequeño o insignificante para la terapia.
¿Entonces cómo saber si necesito un psicólogo?
Te diré algo.
No hay unos criterios oficiales que nos indiquen cuándo tenemos que ir a terapia.
(Cada persona es un mundo)
Sin embargo, sí hay ciertos indicadores generales que pueden indicar que podrías beneficiarte de comenzar un proceso terapéutico. Como digo, estos pueden variar ampliamente de una persona a otra, ya que cada individuo es único y tiene sus propias experiencias y desafíos.
Dicho esto:
- Si estás experimentando síntomas de ansiedad, depresión, estrés crónico, dificultades para dormir, cambios en el apetito o el peso, problemas de concentración, sentimientos de desesperanza, dificultades en las relaciones, o si estás recurriendo al alcohol o a las drogas para lidiar con tus problemas, podría ser útil buscar la ayuda de un psicólogo.
- Además, si te sientes atrapado/a en patrones de pensamiento o comportamiento negativos, o si estás lidiando con problemas que te parecen abrumadores y no sabes cómo manejarlos, un psicólogo puede proporcionarte las herramientas y estrategias que necesitas para superar estos desafíos.
Recuerda, no hay nada de malo en buscar ayuda.
Todos necesitamos apoyo en diferentes momentos de nuestras vidas, y un psicólogo puede proporcionarte las herramientas y estrategias que necesitas para manejar los desafíos de la vida de manera más efectiva.
Te dejo una serie pistas que pueden indicarte que quizás es buena idea acudir a terapia (pistas, que no criterios oficiales).
9 situaciones indicativas de que es hora de ponerse en manos de un profesional
Sientes malestar emocional y puede que ni sepas por qué
Es posible que las emociones negativas estén inundando tu vida al punto de afectar tu bienestar general, incluso tu funcionamiento diario.
Sientes constantemente preocupación, tristeza, ansiedad, frustración, o con una mezcla de todas estas emociones. El malestar emocional puede presentarse en forma de irritabilidad, nerviosismo, o tristeza que simplemente no desaparece. Puede ser un sentimiento difuso de «no sentirte bien» sin una causa obvia, o una sensación de desesperanza y vacío de la que no te puedes sacudir.
Como hemos dicho, todos nos sentimos así en algún momento.
(Yo incluida)
Sentirse mal de vez en cuando es natural.
Pero es importante prestar atención a cómo de frecuente aparecen dichas sensaciones, o cómo de intensas son. Cuando aparezcan, hazles caso. Realmente… ¿Qué beneficios tiene rechazar lo que sientes?
Signos a los que prestar atención:
- Has notado un cambio significativo en tu personalidad: sientes que no eres la misma persona.
- Sensación de vacío interno.
- Te despiertas por la mañana y… de repente, pum, ese malestar vuelve.
- Estás teniendo problemas para dormir (duermes mucho o sufres insomnio).
- Llevas un tiempo que has perdido el apetito. O al revés, te da por comer de más.
- Dolores de cabeza, en el estómago, tensión muscular, taquicardia… incluso sin que nada aparente lo provoque. A veces el cuerpo nos habla y hay que escuchar.
Y sobre todo sobre todo sobre todo…
Si ya no disfrutas de cosas que antes te gustaban.
Quizás te sientes más irritable o con más apatía de lo habitual, y tal vez has perdido la motivación o el interés en actividades que antes te encantaban. Tal vez has dejado de disfrutar de tus hobbies, socializar con amigos, o hacer cualquier actividad que antes encontrabas gratificante.
Estos cambios son signo de que algo más grande puede estar sucediendo.
Si te ves reflejado/a, te preocupa e incluso has probado otras cosas sin éxito, es buena idea darle al botón de PAUSE y preguntar a un profesional.
Consultar a un psicólogo no significa que estés «loco/a» o que algo esté «mal» contigo; simplemente significa que necesitas un poco de ayuda para navegar a través de lo que estás sintiendo, y no hay nada de malo en eso.
Recuerda que no estás solo/a, y que hay profesionales dispuestos y capacitados para ayudarte a sentirte mejor.
No rindes igual en el trabajo o en los estudios
Nuestra salud mental tiene un gran impacto en muchas áreas de nuestro día a día, incluidos el trabajo y los estudios.
Una reducción en nuestro rendimiento laboral o en los estudios es un signo de que algo pasa.
Problemas a la hora de concentrarnos, dificultad para prestar atención, al memorizar o incluso bajos niveles de energía son algunos de los ejemplos asociados a esto.
Esta situación puede dar lugar a una apatía que nos impida disfrutar el trabajo o incluso odiar el propio trayecto a la universidad. Aparece un desinterés por mejorar o por solucionar errores, disminuyendo la productividad. Si eres, por ejemplo, abogado, médico o taxista, esto puede ser arriesgado para otras personas.
Acudir a terapia psicológica puede ayudar a autoregular nuestro comportamiento y aprender maneras más adaptativas de gestionar el estrés.
Quieres cambiar algo y no sabes por dónde empezar
Tener bloqueos ante un proyecto o ante lo desconocido es natural.
Pero…
A veces nos encontramos en una encrucijada, queriendo cambiar ciertos aspectos de nuestra vida pero sin saber por dónde empezar. Esta sensación de estar perdido puede ser abrumadora y puede que sientas estancamiento, como si estuvieras en un ciclo repetitivo del que no puedes salir.
La terapia psicológica puede ser una herramienta efectiva en estos casos.
Entender dónde estás y qué puedes hacer diferente te llevará a mejores resultados:
- ¿Te ves sin rumbo?
- ¿Notas que pasan semanas, meses… y no avanzas?
- ¿Tu vida no es plena, y no sabes por qué?
- ¿Sientes que el tiempo corre más que tú?
A veces no conseguimos hacer lo que nos proponemos. Es importante saber que estamos yendo en la dirección adecuada.
Quizá no quieras trabajar de lo que has estudiado. Cambiar de pareja, de país, de vida. Puede que sospeches que tendrías que hacer algo, pero no te ves con fuerzas.
En ese sentido, un terapeuta puede ayudarte a explorar tus sentimientos, a establecer metas claras y a desarrollar un plan de acción para hacer frente a los obstáculos que puedan surgir. Puede ser un espacio seguro para explorar tus miedos y deseos, y para descubrir cómo puedes llegar a ser tu mejor versión.
Recuerda, el cambio verdadero y significativo comienza desde dentro.
Hay situaciones que te superan y no te quitas de la cabeza
Otras veces lo que nos motiva a venir es, simplemente, haber pasado un mal momento.
A veces, las circunstancias de la vida pueden ser abrumadoras. Ya sea un accidente de coche, una enfermedad grave o la pérdida de un ser querido, estos acontecimientos pueden dejar huellas duraderas.
Cuando estos eventos persisten en tu mente y te resulta difícil avanzar, puede ser útil buscar la ayuda de un psicólogo.
Te vales de la comida u otros elementos para sentirte mejor
En situaciones de estrés o malestar emocional, algunas personas pueden recurrir a ciertas conductas como mecanismo de afrontamiento.
Esto puede manifestarse como un consumo excesivo de comida, alcohol, tabaco, drogas o incluso comportamientos como compras compulsivas o apuestas.
Al principio hay un alivio de cosas que no queremos tener (como la soledad, la ansiedad, al irratibilidad o los pensamientos negativos o rumiantes) pero no abordan la causa subyacente del malestar y pueden llevar a problemas más serios a largo plazo.
Si te identificas con estos comportamientos, puede ser el momento de buscar ayuda profesional.
Tienes heridas del pasado que sanar
Todos llevamos cicatrices emocionales de nuestro pasado.
Algunos pueden tener heridas más profundas que otros, que pueden surgir de experiencias traumáticas, abuso, negligencia, pérdida o cualquier otro evento que haya causado un dolor emocional significativo.
Si estas heridas del pasado siguen afectando tu vida presente, interfiriendo con tu capacidad para funcionar o disfrutar de la vida, buscar la ayuda de un psicólogo puede ser fundamental. Un profesional de la salud mental puede ayudarte a procesar estos eventos pasados, desarrollar estrategias de afrontamiento y comenzar el camino hacia la sanación y el bienestar.
Algo falla al relacionarte con los demás
Nuestras relaciones con los demás son un componente crucial de nuestras vidas.
(Incluso para aquellos que se consideran más introvertidos o independientes).
Si tienes dificultades para establecer o mantener relaciones saludables, o te encuentras alejando a las personas que te importan, puede ser útil buscar el apoyo de un psicólogo.
¿Por qué no aprender a crearlas y fomentarlas de manera saludable?
Quizás te resulta difícil comunicarte de manera efectiva, expresar tus necesidades y límites, o simplemente te sientes incomprendido/a.
Otras personas se encuentran con que han alejado de sí mismos a la gente que realmente les importa. También es frecuente depender emocionalmente de alguien.
Frases como:
- No me sé relacionar bien, siempre la cago
- No tengo buenas habilidades sociales
- No soy capaz de decir que no
- No digo lo que realmente pienso
- Nadie me entiende
Pueden ser signos de que estás luchando en el área de las relaciones interpersonales.
La terapia puede proporcionarte un espacio seguro para explorar estos problemas, ayudarte a entender cómo tus acciones afectan a los demás y enseñarte habilidades de comunicación y relación más saludables.
Te pueden los problemas cotidianos
Manejar las tareas y desafíos diarios puede parecer abrumador en ocasiones.
Ya sea el estrés de las responsabilidades laborales, las disputas con la pareja, los retos en la educación de los hijos, o simplemente mantener el equilibrio entre la vida personal y profesional.
Si te sientes constantemente agotado/a o incapaz de afrontar estos desafíos diarios, puede ser el momento de considerar la ayuda de un psicólogo, para aprender estrategias que fomenten un equilibrio más saludable en tu vida.
Es normal sentirse sobrepasado por las demandas de la vida cotidiana, pero recuerda que no tienes por qué enfrentarte a esto por tu cuenta. La terapia puede ser un recurso valioso para navegar a través de estos desafíos y encontrar maneras más saludables de manejar tu vida diaria.
Tienes miedos y/o inseguridades
Todos enfrentamos miedos e inseguridades en diferentes momentos de nuestras vidas. Si estos sentimientos se vuelven abrumadores y empiezan a interferir con tu vida diaria, puede ser útil buscar la ayuda de un psicólogo.
El trabajo sobre la autoestima puede ser un punto central para mejorar la seguridad en uno/a mismo/a.
La terapia puede ofrecer herramientas para desarrollar un amor propio saludable, ayudarte a desafiar y superar tus inseguridades, y a cultivar la confianza en ti. Si sientes que tus miedos y/o inseguridades te están limitando, considera buscar el apoyo de un profesional.
¿Por qué nos cuesta ir tanto al psicólogo/a?
El escepticismo hacia la terapia psicológica a menudo proviene de la falta de conciencia sobre la importancia de la salud mental y su asociación con enfermedades mentales graves.
Si bien los casos de depresión, trastorno obsesivo compulsivo y trastornos de personalidad pueden requerir terapia, esta también puede beneficiar enormemente a personas que atraviesan desafíos emocionales cotidianos.
Afortunadamente en los últimos años está cambiando, y cada vez más personas admiten abiertamente que van de manera regular al psicólogo.
Mira.
Cuando te duele una muela, ¿verdad que vas al dentista?
Pues, saber cuándo acudir a un psicólogo es igual de importante, debemos considerar la terapia para atender nuestras emociones, pensamientos y comportamientos, de manera que reforzaremos nuestra capacidad de hacer frente a los factores estresantes de la vida diaria, así como a desafíos puntuales, de la manera más eficaz.
Otra idea habitual es creer que ir a terapia es signo de debilidad.
Para mí es signo de todo lo contrario: conocerte, enfrentarte a la realidad, es un rasgo propio de las personas fuertes y, por tanto, ir a terapia es un acto muy valiente.
¿Y qué psicólogo/a elijo si no tengo ni idea?
Si no tienes idea de cómo elegir un psicólogo, echa un vistazo a nuestro artículo sobre cómo elegir un buen psicólogo. En él, te proporcionamos pautas para que puedas hacer una elección informada y acertada para elegir un terapeuta correctamente.
En resumen: cuándo acudir a un psicólogo
En resumen, preguntarte ¿necesito ayuda psicológica? puede ser el primer paso. Ir al psicólogo puede ser útil cuando algo está interfiriendo en tu vida y te resulta difícil manejarlo.
Contrariamente a lo que muchos pueden creer, no es necesario tener un diagnóstico clínico o estar en crisis para buscar ayuda.
En la vida, a veces simplemente vamos sin rumbo claro. En tales situaciones, obtener la perspectiva de un profesional puede ser como viajar en coche por la noche sin luces y encenderlas: es más probable que así llegues a tu destino.
Por eso, cuanto antes busques a alguien externo que sepa de esto y te eche un cable, antes llegarás.
Si aún tienes dudas sobre la necesidad de terapia, considera esta pregunta:
Si ahora mismo tuviera una varita mágica… ¿qué cambiaría de mi vida?
Si no tienes clara la respuesta o sí pero sientes que no podrías cambiarlo solo/a… puedes dar el paso y acudir a terapia.
Nosotras somos psicólogas y hacemos terapia online.
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Referencias
- Asociación Americana de Psiquiatría. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Madrid: Editorial Médica Panamericana.
- “How to Choose a Psychologist.” Https://Www.Apa.Org, 17 Oct. 2019, https://www.apa.org/topics/psychotherapy/choose-therapist.
- “How Do I Know If I Need Therapy?” Https://Www.Apa.Org, 31 July 2017, https://www.apa.org/ptsd-guideline/patients-and-families/seeking-therapy.
- “How Do I Find a Good Therapist?” Https://Www.Apa.Org, 31 July 2017, https://www.apa.org/ptsd-guideline/patients-and-families/finding-good-therapist.
- “Understanding Psychotherapy and How It Works.” Https://Www.Apa.Org, 1 Nov. 2012, https://www.apa.org/topics/psychotherapy/understanding.
- “Psychotherapy.” Mayo Clinic, 11 Apr. 2023, https://www.mayoclinic.org/tests-procedures/psychotherapy/about/pac-20384616.
- “Psychotherapies.” National Institute of Mental Health (NIMH), https://www.nimh.nih.gov/health/topics/psychotherapies. Accessed 29 Feb. 2024.
- “Why Therapy? The Most Common Reasons to See a Therapist.” Healthline Media, 24 Nov. 2020, https://www.healthline.com/health/do-i-need-therapy.
- Morin, Amy. “How to Know When It’s Time to See a Therapist.” Verywell Mind, 21 Sept. 2020, https://www.verywellmind.com/how-to-know-when-it-s-time-to-see-a-therapist-5077040.
Tu turno
¿Tú qué piensas?
¿Has ido alguna vez al psicólogo o conoces a alguien que haya ido? ¿Cómo fue? ¿Crees que es para todo el mundo?
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