Efecto Pigmalión: experimentos y profecía autocumplida

Efecto Pigmalión, efecto Golem, efecto Galatea... qué es cada uno y cómo aprovecharnos de la profecía autocumplida
efecto pigmalion que es
Escrito y verificado por: Sonia Rodríguez Báñez
Publicado: 13/05/2021

Revisado: 12/03/2024

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El efecto Pigmalión o profecía autocumplida debe su nombre a la mitología griega.

La leyenda cuenta que Pigmalión, antiguo rey de Chipre, buscaba una mujer con la cual casarse.

Pero ninguna era perfecta.

Frustrado, se dedicó a crear esculturas para compensar la ausencia de esposa. Hasta que creó una tan bella, tan bella, que se enamoró de ella.

Galatea.

Tal era su amor por su creación, que el rey escultor imploró a los dioses que le otorgasen vida a la estatua.

Afrodita, conmovida, cedió ante su deseo… y Galatea cobró vida.

El mito griego representa la manera en la que las personas podemos ser influidas por las creencias, expectativas o deseos de otras.

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Entonces, ¿qué es el efecto Pigmalión?

En psicología, el efecto Pigmalión se refiere al sesgo cognitivo que tenemos los humanos por el cual las creencias y expectativas de una persona tienen una potencial influencia sobre la conducta, rendimiento y resultados de otra.

De esta manera, se consigue que la otra persona se termine por comportar de tal manera que dichas expectativas terminan por hacerse realidad.

Por eso también se conoce como La profecía autocumplida.

Para bien, y para mal.

 Si esperas que ocurra algo diferente, puede que termine por pasa

El caballo más listo del mundo

Muchas personas creen que sus mascotas tienen una inteligencia fuera de lo común, que incluso pueden entender todo lo que se les dice. A menudo, cuentan historias que respaldan este pensamiento.

A principios del siglo XX, Wilhem Von Osten pensaba eso mismo de su caballo. Von Osten era un profesor y entrenador de caballos alemán, y creía que los animales podían aprender a leer o a contar.

Tras intentos fallidos con perros, Osten empezó a experimentar con su caballo, Clever Hans.

  • Resulta que el caballo era capaz de sumar, restar, multiplicar, dividir, y cosas por el estilo, a un 90% de eficacia.
  • Podía, además, leer y responder preguntas.

Cuando quería contestar, golpeaba el suelo con la pata.

¿Un caballo?

Sí, un caballo.

Que lógicamente atraía a las multitudes, y a la comunidad científica, que lo estudió en busca trucos. El animal era capaz de contestar las preguntas de cualquiera, incluso si Von Osten estaba ausente, por lo que no había truco alguno.

La historia llegó a oídos del psicólogo Oksar Pfungst (que además era biólogo). Se dio cuenta que Clever Hans era incapaz de contestar cuando se le tapaban los ojos.

Pfungs descubrió que el caballo era incapaz de hacer cálculos mentales, o entender las preguntas de los humanos.

El animal había aprendido (mejor que muchos jugadores de poker) a detectar el lenguaje no verbal, e inconsciente, de las personas.

Cuando se le preguntaba, Hans empezaba a dar golpecitos con el casco… hasta que detectaba que el interrogador mostraba algún signo involuntario, y… ¡pum! golpeaba con la pata.

Efecto pigmalión en estado puro.

La gente creía que el caballo los entendía, y lo hacían posible de manera inconsciente.

¿Y cómo es esto posible en humanos?

Imagina que alguien te valora.

Te muestra su apoyo.

Considera de manera sincera que verdaderamente eres capaz de hacer algo o alcanzar determinados objetivos.

Está demostrado que todo ello contribuye a que generes creencias positivas sobre ti, que inconscientemente cambiará tu manera de comportarte, y hará más probable que alcances dichos logros.

Lo que logramos, cómo pensamos, cómo actuamos, y cómo percibimos nuestras capacidades, puede ser influenciado por las expectativas de los que nos rodean.

Es lo que se conoce como Efecto Pigmalión de tipo positivo.

El caso opuesto se conoce como efecto Golem

Cuando vemos que otra persona no confía en nosotros o cree que no seremos capaces de lograr algo.

Esto influirá negativamente en nuestra autoestima, que a su vez generarán creencias limitantes…

… y es posible que terminemos por no lograr aquello que deseamos.

Es el efecto Gollum Golem o efecto Pigmalión de tipo negativo.

¿Y qué es el efecto Galatea?

Cuando estas expectativas (independientemente de si son altas o bajas) proceden de ti y son hacia ti mismo, esto pasa a llamarse efecto Galatea.

Ejemplo del efecto Pigmalión en psicología

Los efectos Pigmalión y Galatea tienen especial aplicación en la educación, el ámbito laboral, social o familiar.

En la educación

Es precisamente famoso por su influencia en la educación, campo donde más se ha estudiado este efecto.

En el experimento de Rosenthal y Jacobson de 1968, se informó a los profesores de un colegio de que a sus alumnos se les había realizado una prueba para evaluar sus capacidades.

Se les indicó además qué alumnos habían obtenido mejores resultados, y por tanto tendrían un mejor rendimiento a final de curso.

Cosa que, efectivamente, terminó ocurriendo.

Todo muy lógico… salvo por una cosa.

Era todo mentira.

No hubo prueba alguna, pero querían validar una teoría.

Los alumnos pro habían sido elegidos aleatoriamente.

Es una aplicación clara de este efecto.

Los profesores se habían creado altas expectativas positivas en relación a los alumnos, e inconscientemente actuaron para que se cumpliesen.

Y esto, a su vez, hizo que los alumnos de la clase cambiasen su comportamiento y tuvieran un desempeño mejor.

En los estudios científicos

Un efecto similar donde las expectativas de un investigador puede afectar al resultado de las investigaciones puede producirse en los estudios clínicos sobre, por ejemplo, fármacos.

Aquí es importante que haya doble ciego.

Ni los investigadores ni los sujetos de estudio saben quién recibe los fármacos ni quien los placebos, o quién pertenece al grupo experimental y quién al grupo de control.

En la empresa

Este efecto es importante en la productividad de los empleados.

Si tienes empleados, dales feedback sobre lo que han hecho bien. Reconoce su trabajo, y haz elogios sinceros hacia él. Este matiz es importante, si se detecta alguna intencionalidad o falsedad en tus palabras, no funcionará.

Si lo haces bien, será como hacer ejercicios para mejorar la autoestima: esta subirá, y mejorará su desempeño.

De otra manera, si tu jefe te critica, no confía en ti ni en tus capacidades, es posible que tu rendimiento decaiga y la calidad de tu trabajo se vea mermada.

Con los niños

Hay que tener especial cuidado con los niños.

La manera en la que nos comuniquemos con ellos (que además son más influenciables que los adultos) pueden hacerles sentir presionados.

Frases como:

Más te valía estudiar más, así no vas a llegar a nada

¿Tú quieres ser algo en la vida?

Paco, no le dejes hacer eso que se va a hacer daño

Pueden mermar su autoestima y generarles creencias negativas.

Son frases que pasan por nuestros propios filtros personales, cuando lo mejor sería que las expectativas generadas se ajustasen a la realidad.

¿Realmente se va a hacer daño?

¿De verdad no será nada en la vida por suspender ese examen?

Además, resulta muy beneficioso que les reforcemos positivamente todo aquello que hacen bien, así como sus cualidades naturales.

Efectos a nivel social

Alejemos el foco.

Vamos a ver este efecto a nivel de sociedad.

Hay sociólogos (como Merton) que afirman que el miedo a una quiebra bancaria o una crisis económica (sin fundamento) puede llevar a que mucha gente saque su dinero de los depósitos bancarios al unísono, lo cual podría llevar efectivamente a una quiebra o a una crisis.

Conclusiones

En resumidas cuentas.

Este efecto se produce debido al incremento de la actividad del sistema límbico, que se traduce en un incremento de la lucidez, atención y eficacia, que se produce cuando una persona deposita sus altas expectativas en nosotros.

El efecto Pigmalión de tipo positivo se produce cuando alguien nos motiva, nos valora o nos motiva, de cara a conseguir determinadas cosas.

Nuestras creencias sobre nosotros mismos se tornarán positivas, lo cual ayudará a conseguir dichos objetivos.

O nos hará comportarnos de cierta manera, ajustándonos a las señales inconscientes de la persona que nos influye.

Como Clever Hans, el caballo inteligente.

Al otro lado del espectro, si alguien NO confía en nuestras capacidades, las creencias que autogeneraremos se tornarán negativas, limitantes, e influirán en que no consigamos el objetivo deseado (efecto Golem o tipo negativo).

Lo importante aquí es saber que nuestras palabras, creencias y acciones influyen tanto en los demás (Pigmalión) como en nosotros mismos (Galatea).

Las expectativas que la gente tiene hacia nosotros nos afectan de manera sutil cada día.

Individualmente, esto puede tener un impacto mínimo. Sin embargo, a largo plazo, pueden determinar si tenemos éxito o si fracasamos, o si desarollamos nuestra forma de ser de una manera u otra.

Entonces:

  1. ¿Por qué no utilizarlo para reforzar las capacidades de los demás?
  2. ¿De qué cosas seríamos capaces si alguien simplemente las espera de nosotros?

Espero tus comentarios.

PD: como dato curioso, hay una obra de teatro basada en este mito, Pigmalión de George Bernard Shaw. También se puede observar en películas famosas como My Fair Lady.

¿Y ahora, qué?

Te recordamos que en Heroicamente somos psicólogas y hacemos terapia online. Echa un ojo a nuestro post sobre cuándo ir al psicólogo o a este otro sobre cómo elegirlo.

El efecto pigmalión es una de tantas cosas de las que podemos hablar.

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Escrito por Sonia Rodríguez Báñez con ❤️

Además de Psicóloga, dicen que se te puede ir fácilmente el tiempo hablando conmigo. También soy una persona despistada y cercana. Psicóloga clínica por el COPM - Nº colegiada M-32725

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